miércoles, 30 de noviembre de 2011

LAS CONSTELACIONES


   Una constelación, en astronomía, es una agrupación convencional de estrellas, cuya posición en el cielo nocturno es aparentemente aproximada y pueblos, generalmente de civilizaciones antiguas, decidieron vincularlas mediante trazos imaginarios, creando así siluetas virtuales sobre la esfera celeste. En la inmensidad del espacio, en cambio, las estrellas de una constelación no necesariamente están localmente asociadas; y pueden encontrarse a cientos de años luz unas de otras. Además, dichos grupos son completamente arbitrarios, ya que distintas culturas han ideado constelaciones diferentes, incluso vinculando las mismas estrellas.





   Algunas constelaciones fueron ideadas hace muchos siglos por los pueblos que habitaban las regiones del Medio Oriente y el Mediterráneo. Otras, las que están más al sur, recibieron su nombre de los europeos en tiempos más recientes al explorar éstos lugares hasta entonces desconocidos por ellos, aunque los pueblos que habitaban las regiones australes ya habían nombrado sus propias constelaciones de acuerdo a sus creencias.
Se acostumbra a separar las constelaciones en dos grupos, dependiendo el  hemisferio celeste dónde se encuentren:
  • constelaciones septentrionales, las ubicadas al norte del ecuador celeste
  • constelaciones australes, al sur.
A partir de 1928, la Unión Astronómica Internacional (UAI) decidió reagrupar oficialmente la esfera celeste en 88 constelaciones con límites precisos, tal que todo punto en el cielo quedara dentro de los límites de una figura. Antes de dicho año, eran reconocidas otras constelaciones menores que luego cayeron en el olvido; muchas, ya no se recuerdan. El trabajo de delimitación definitiva de las constelaciones fue llevado a cabo fundamentalmente por el astrónomo belga Eugène Joseph Delporte y publicado por la UAI en 1930.


¿Cómo reconocer las constelaciones?





Cómo localizar la Estrella polar.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Los glaciares españoles agonizan

Los glaciares españoles están heridos de muerte. Irán desapareciendo poco a poco y en menos de 70 años no quedará ninguno. Otros, más pesimistas, no les dan más de 20 años de vida.



En los lugares más altos e inaccesibles del Pirineo Aragonés sobreviven a duras penas los últimos glaciares españoles, masas de hielo permanente que se deslizan lentamente ladera abajo empujadas por su propio peso.
Son los restos de enormes extensiones de hielo, que labraron profundos valles y tuvieron decenas de kilómetros de longitud, y que ahora están condenadas a desaparecer. "Ya lo hicieron hace millones de años, cuando la lluvia y el calor hizo de esas montañas una zona subtropical. De ello dan cuenta ejemplares aislados de madroños y de la planta oreja de oso", explica Eduardo Martínez, técnico de medioambiente del Gobierno de Aragón, comunidad que declaró a estos glaciares Monumento Nacional en 1990.
El retroceso de los glaciares forma parte de un proceso de vaivén que tiene su máximo en las épocas glaciales (la última finalizó hace unos 10.000 años) y también periodos más templados en los que desaparece toda la nieve.




Este es el momento que estamos viviendo ahora, en el cual la subida constante de las temperaturas está derritiendo estos gigantes de hielo. Para Greenpeace, "el retroceso de estas masas heladas es uno de los impactos más evidentes del cambio climático, que afecta a un ecosistema más amplio que el propio del glaciar".
Y lo está haciendo a marchas forzadas. Cada año el calor se lleva una dentellada blanca de las cumbres. De hecho ya solo quedan en España nueve glaciares, algunos muy pequeños, de los 25 que había a principios de siglo. Una docena han desaparecido por completo, el resto se ha convertido en neveros aislados en recónditos lugares donde malamente se conserva la nieve de un año para otro.






Pocos, más pequeños y a más altura. "Nieva menos y a cotas más elevadas", confirma Fernando Pastor, director del Programa ERHIN  perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente. A través de este programa se siguen las precipitaciones en forma de nieve en toda España como un recurso hídrico más, pero sobre todo se utiliza para prevenir las avenidas en periodos de deshielo. Precisamente donde más nieva en la Península es en los macizos de Viñemal, Monte Perdido y Aneto-Maladeta, en el Pirineo aragonés, que coinciden con los mayores glaciares. Sin embargo, "la aportación de estos a los ríos es despreciable, pero su transformación como indicador de la subida de las temperaturas es muy interesante", continúa Pastor. "Es el reflejo más evidente de que el clima está cambiando, porque su evolución desde que existen datos lleva a pensar en la desaparición total en poco tiempo".
Parece inevitable, aunque puede haber sorpresas. En el siglo XVI comenzó la Pequeña Edad de Hielo que duró hasta 1860, cuando se observa la última máxima extensión de los glaciares en Europa. Desde entonces el retroceso ha sido continuo, pero puede llegar otro periodo frío que de un respiro a estos heleros, aunque todo indica que será temporal. Según Greenpeace, "la rápida subida de las temperaturas asociada a la actividad humana y el deshielo van cogidas de la mano".
A finales del siglo XIX, en 1894, la  superficie de los glaciares españoles llegaba a las 1.779 hectáreas (3.300 sumando la vertiente francesa) y en 2008, apenas cubrían 200 hectáreas (179 más en el país galo). Es un fenómeno global y todos los glaciares del mundo se encuentran en recesión.
Así pues, parece inevitable que las nieves eternas se borren de las cumbres de los Pirineos, pero no serán las únicas en desaparecer. Todo el hábitat se verá alterado y tendrá consecuencias dramáticas para algunas especies, como el caso de la perdiz nival, que en otoño torna su plumaje blanco. Lo que ahora es un camuflaje se volverá un reclamo para los depredadores.
Quedará el recuerdo y la esperanza de volver a ver la grandeza de las cumbres perpetuamente nevadas, pero para eso quizá haya que esperar otros 10.000 años.


Fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/agonia/hielo/elpepusoc/20111118elpepusoc_11/Tes

lunes, 21 de noviembre de 2011

ORIGEN DEL UNIVERSO


Origen y Evolución del Universo
Los científicos intentan explicar el origen del Universo con diversas teorías.
Las más aceptadas son la del Big Bang y la teoría Inflacionaria, que se complementan.



La teoría del Big Bang o gran explosión, supone que, hace entre 12.000 y 15.000 millones de años, toda la materia del Universo estaba concentrada en una zona extraordinariamente pequeña del espacio, y explotó. La materia salió impulsada con gran energía en todas direcciones.

Los choques y un cierto desorden hicieron que la materia se agrupara y se concentrase más en algunos lugares del espacio, y se formaron las primeras estrellas y las primeras galaxias. Desde entonces, el Universo continúa en constante movimiento y evolución.

Esta teoría se basa en observaciones rigurosas y es matemáticamente correcta desde un instante después de la explosión, pero no tiene una explicación para el momento cero del origen del Universo, llamado "singularidad".





La teoría inflacionaria de Alan Guth intenta explicar los primeros instantes del Universo. Se basa en estudios sobre campos gravitatorios fortísimos, como los que hay cerca de un agujero negro.

Supone que una fuerza única se dividió en las cuatro que ahora conocemos, produciendo el origen al Universo.

El empuje inicial duró un tiempo prácticamente inapreciable, pero fue tan violenta que, a pesar de que la atracción de la gravedad frena las galaxias, el Universo todavía crece.

No se puede imaginar el Big Bang como la explosión de un punto de materia en el vacío, porque en este punto se concentraban toda la materia, la energía, el espacio y el tiempo. No había ni "fuera" ni "antes". El espacio y el tiempo también se expanden con el Universo.

Fuentes:           

Vídeos:







Animación en 3D






viernes, 18 de noviembre de 2011

ENERGÍA. Tipos. Fuentes

ENERGÍA.
Definición.
Tipos de energía.
Fuentes de energía.


ENERGÍA.

   El término energía tiene diversas acepciones y definiciones, relacionadas con la idea de una capacidad para obrar, transformar, poner en movimiento. En física, «energía» se define como la capacidad para realizar un trabajo.
Así, la energía es la capacidad de realizar  trabajos, fuerzas o producir movimientos. No podemos verla: Solo descubrimos sus efectos. Es lo que permite que suceda casi todo en el universo: la vida, una luz, una corriente eléctrica, la carrera de un auto, una llama, un ruido o el viento.
La ley de la conservación de la energía dice que ésta no se pierde sino que se transforma. No se la puede crear ni destruir, y cuando creemos que desaparece solo se ha convertido en otra forma de energía.
Fuente:     http://es.wikipedia.org/wiki/Energ%C3%ADa






TIPOS DE ENERGÍA.






FUENTES DE ENERGÍA.


   Para obtener Energía se tendrá que partir de algún cuerpo que la tenga y pueda experimentar una transformación. A estos cuerpos se les llama FUENTES DE ENERGÍA.
  De una forma más amplia se llama fuente de energía a todo fenómeno natural, artificial o yacimiento que puede suministrarnos energía. 
   Las cantidades disponibles de energía de estas fuentes, es lo que se conoce como RECURSO ENERGÉTICO.
  La Tierra posee cantidades enormes de estos recursos. Sin embargo uno de los problemas que tiene planteada la humanidad es la obtención y transformación de los mismos.


lunes, 14 de noviembre de 2011

REGIÓN DE MURCIA: Espacios de interés medioambiental.


   El relieve y el clima son los elementos principales que han configurado los espacios naturales en la Región de Murcia, originando importantes contrastes  y una gran diversidad biológica y paisajística. Por un lado, nos encontramos con una zona litoral a la que se acercan las sierras de Carrascoy y Almenara, conformando el golfo de Mazarrón y con el Mar Menor en el otro extremo; por otro, una zona interior montañosa con picos de 2.000metros de altura. Además se cuenta con unos 250 kilómetros de costa.
   El cañón de los Almadenes es un espacio natural en el curso alto del río Segura. Con dos kilómetros en el río Quípar y nueve en el Segura se extiende por 116 hectáreas pertenecientes a los municipios de Calasparra y Cieza. En algunos puntos presenta pareces verticales de más de cien metros de altura. 



Algunos espacios de interés medioambiental son los siguientes:  
Cañón de Almadenes.
Calblanque.
Salinas de San Pedro del Pinatar.
Fuente Caputa (Mula)
El Salto del Usero