martes, 29 de marzo de 2011

LA CÉLULA





Una célula (del latín cellula, diminutivo de cellam, celda, cuarto pequeño) es la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo. De hecho, la célula es el elemento de menor tamaño que puede considerarse vivo. De este modo, puede clasificarse a los organismos vivos según el número de células que posean: si sólo tienen una, se les denomina unicelulares (como pueden ser los protozoos o las bacterias, organismos microscópicos); si poseen más, se les llama pluricelulares. En estos últimos el número de células es variable; de unos pocos cientos, como en algunos nematodos, a cientos de billones (1014), como en el caso del ser humano.

   La teoría celular, propuesta en 1839 por Matthias Jakob Schleiden y Theodor Schwann, postula que todos los organismos están compuestos por células, y que todas las células derivan de otras precedentes. De este modo, todas las funciones vitales emanan de la maquinaria celular y de la interacción entre células adyacentes; además, la tenencia de la información genética, base de la herencia, en su ADN permite la transmisión de aquella de generación en generación.

Tipos de células.-

Existen dos grandes tipos celulares: las procariotas (que comprenden las células de arqueas y bacterias) y las eucariotas (divididas tradicionalmente en animales y vegetales, si bien se incluyen además hongos y protistas, que también tienen células con propiedades características).

Las células procariotas son pequeñas y menos complejas que las eucariotas. Contienen ribosomas pero carecen de sistemas de endomembranas (esto es, orgánulos delimitados por membranas biológcas, como puede ser el núcleo celular). Por ello poseen el material genético en el citosol.

Sin embargo, existen excepciones: algunas bacterias fotosintéticas poseen sistemas de membranas internos.


Se denomina eucariotas a todas las células que tienen su material hereditario

fundamental (su información genética) encerrado dentro de una doble membrana, la envoltura nuclear, que delimita un núcleo celular. Igualmente estas células vienen a ser microscópicas pero de tamaño grande y variado comparado con las otras células.


martes, 22 de marzo de 2011

22 de marzo: Dia mundial del agua

El Día Mundial del Agua se origina en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, Brasil del 3-14 Junio de 2010, después de la cual, La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1992 la resolución por la que el 22 de marzo de cada año, fue declarado Día Mundial del Agua.


Se invitó a las naciones a realizar actividades relacionadas con la conservación y el desarrollo de los recursos hídricos, apelando a la puesta en práctica de las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21.
Cada año una Agencia de las ONU diferente ha producido una serie de comunicados de prensa alrededor del Día Mundial del Agua, que han sido distribuidos a través de la red de contactos de cada agencia.
Además de los países miembros de la ONU, varias ONG que promueven el agua limpia y hábitats acuáticos sustentables han utilizado el Día Mundial del Agua para llamar la atención del público hacia el crítico tema del agua en nuestra era. Por ejemplo, desde 1997 el Consejo Mundial del Agua convoca cada tres años al Foro Mundial del Agua durante la semana del Día Mundial del Agua. Las agencias participantes y las ONGs resaltan temas como los 100 millones de personas sin acceso a agua potable y el papel del hombre y de la mujer en el acceso familiar al agua.

• Sitio Web de la UNESCO para la conservación del agua
http://www.unesco.org/new/en/natural-sciences/environment/water/

• Día Mundial del Agua en Organización de las Naciones Unidas (ONU)
http://www.unwater.org/worldwaterday/index_es.html

• Sitio Oficial del Día Mundial del Agua. Organización de las Naciones Unidas
http://www.un.org/es/events/waterday/

miércoles, 9 de marzo de 2011

EL CICLO DE LAS ROCAS O CICLO LITOLÓGICO

   El ciclo litológico consiste en una serie de procesos constantes, a través de los cuales los materiales de la tierra cambian de una forma a otra a medida que pasa el tiempo. Tal como sucede con el ciclo del agua y el ciclo del carbón, algunos procesos en el ciclo de la roca ocurren durante millones de años y otros ocurren mucho más rápidamente. No hay un principio o un fin del ciclo litológico, pero es conveniente empezar a explorarlo estudiando el magma.

   El magma, o la roca derretida, se forma sólo en ciertos lugares en la tierra, sobre todo, alrededor de los bordes de las placas. Cuando el magma se enfría, cristaliza, tal como cuando al enfriarse el agua, se producen cristales de hielo. Podemos ver este proceso en lugares como Islandia, donde el magma sale de un volcán y se enfría en la superficie de la tierra, formando así en las laderas del volcán una roca llamada basalto. Sin embargo, la mayoría del magma nunca sale a la superficie y se enfría dentro de la corteza terrestre. Así se forman las rocas magmáticas o ígneas.

   Las rocas como el basalto son inmediatamente expuestas a la atmósfera y al clima. En cualquier caso, en seguida que las rocas quedan expuestas en la superficie de la tierra, comienza el proceso de desgaste. Las reacciones físicas y químicas causadas por el contacto con el aire, el agua y los organismos biológicos hacen que las rocas se descompongan. Una vez que las rocas están descompuestas, el aire, el agua y los glaciares transportan pedazos de las rocas a través de un proceso llamado erosión. El agua que fluye es el agente más común de la erosión. Cada año, ríos como el Amazonas, el Mississippi transportan toneladas de sedimentos desgastados y erosionados desde las fuentes de las montañas al océano. Los sedimentos que estos ríos transportan se depositan y continuamente quedan enterrados en los deltas y las llanuras aluviales.

   Bajo condiciones naturales, la presión que se crea por el peso de los depósitos más recientes sobre los más antiguos, entierra los sedimentos. A medida que el agua de la superficie fluye a través de estos sedimentos, los minerales como la calcita y la sílice se precipitan fuera del agua y cubre los sedimentos de nuevo. Estos minerales que se precipitan llenan los espacios porosos alrededor de los granos y actúan como cemento, uniendo los granos. La cementación de los sedimentos crea rocas sedimentarias como la piedra arenisca y el esquisto. Para poder ver las rocas sedimentarias, sin embargo, éstas tienen que ser levantadas y expuestas por la erosión. La mayoría de los levantamientos ocurre a lo largo de las placas de los bordes, donde dos placas convergen y causan compresión. Como resultado, vemos rocas sedimentarias que contienen fósiles de organismos marinos (por lo que debieron ser depositados en el suelo oceánico).

   Si las rocas sedimentarias o las rocas ígneas intrusivas no salen a la superficie terrestre con el levantamiento o la erosión, pueden quedarse enterradas en la profundidad y quedar expuestas a las altas temperaturas y a la presión. Como resultado, las rocas empiezan a cambiar. Las rocas que han cambiado debajo de la superficie terrestre, debido a la exposición del calor, a la presión y a los fluidos calientes, se llaman rocas metamórficas.
Algunos de los procesos del ciclo litológico, como las erupciones volcánicas, ocurren muy rápidamente, mientras que otras ocurren muy despacio, como el levantamiento de las cordilleras montañosas y el desgaste de las rocas ígneas. Es importante notar que hay múltiples vías en el ciclo de la roca. Cualquier tipo de roca puede ser levantada y expuesta al desgaste y a la erosión; cualquier roca puede ser enterrada y experimentar una metamorfosis. Como Hutton teorizó acertadamente, estos procesos han estado ocurriendo durante millones de años para crear la tierra tal como la vemos hoy: como un planeta dinámico.