viernes, 22 de julio de 2011

ATARDECER EN EL MAR MENOR











   El atardecer ocurre cuando el Sol está en el ocaso por efecto de la rotación de la Tierra, es decir, atraviesa el plano del horizonte y pasa del hemisferio visible al no visible. Una vez se ha puesto el Sol, seguimos viendo luz, debido a la refracción de los rayos luminosos del Sol producida por la atmósfera.
   A medida que el Sol está más cerca del horizonte, la luz debe atravesar una porción de atmósfera cada vez mayor para ser vista por nosotros. El color del Sol va cambiando primero a anaranjado, luego a rojo.

¿Por qué se produce este efecto de colores?
   La responsable de este efecto es la atmósfera. De hecho por ejemplo en la luna no se produce este efecto por la ausencia de atmósfera.
   La luz  emitida por el Sol está compuesta por ondas electromagnéticas de diferente longitud. Nuestros ojos pueden ver un cierto rango de longitudes de onda, que corresponden a distintos colores: desde el rojo (longitud de onda más larga), pasando por anaranjado, amarillo, verde y azul, al violeta (la longitud de onda más corta que podemos ver).
   Conforme la luz pasa por la atmósfera, se produce una dispersión de los rayos al chocar con las partículas y moléculas presentes en la atmósfera. La dispersión de la luz depende de la relación entre la longitud de onda de la luz y el tamaño de las partículas.
   Cuando amanece o el sol se pone en el ocaso la luz atraviesa la atmósfera de forma más oblicua para nuestro punto de observación y por tanto, va atravesando más capas de aire y de mayor densidad por estar cercanas a la superficie. Es entonces cuando se produce una mayor dispersión de la luz que no sólo afecta al azul sino al resto de longitudes de onda.

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